Cuando los Príncipes de Asturias saludaron al nuevo Papa Francisco, la Princesa Letizia le preguntó, “¿Como está?”, pregunta que el papa ignoró para seguir hablando con Don Felipe. Esto según fue informado en el telediario. No niego que exista la posibilidad de que el Papa sea machista, que parecía ser el mensaje del comentario de la noticia, o que fuera una simple distracción. Pero también puede ser una cuestión cultural.
En Argentina es habitual saludar “Hola, ¿qué tal?” o sus equivalentes, sin que realmente haya expectativa de una respuesta. Es hasta gracioso ver la reacción de alguien a quien le cuentan cómo realmente está, dado que nunca hubo intención de recibir una respuesta.
A veces, cuando uno saluda “Hola, ¿como estás?” y el otro responde también “Hola, ¿qué tal?”, el primero dice “¡Yo pregunté primero!”, causando total desorientación en el segundo pues no registró la pregunta recibida ni la hecha.
Recuerdo en México, en uno de mis primeros viajes, cuando alguien me saludó “Hola, ¿qué pasó?”. Yo me miré la ropa, a ver qué me podría haber pasado para suscitar esa pregunta. Pensé si me habría cagado una paloma. Resulta que al igual que nosotros preguntamos, sin ser conscientes de ello, “¿qué tal?”, en México preguntan “¿qué pasó?”.
Así pues, quizás Letizia puede que se haya encontrado con uno de esos incómodos momentos de desencuentro cultural, como cuando un español pone la otra mejilla para el segundo beso de saludo con un argentino que está acostumbrado a sólo uno.